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Aplicaciones / Antirrosácea

Brimondina y Metronidazol No se permite el uso de estos ingredientes farmacéuticos en productos cosméticos y de cuidado personal ni en productos sanitari os. La brimonidina, aplicada en gel o en barra, es razonablemente eficaz para reducir el enrojecimiento en casos leves de rosácea. Funciona por vasoconstricción de los vasos sanguíneos pequeños. La brimonidina se une a los receptores α-2-adrenérgicos celu lares de las venas pequeñas, provocando vasoconstricción. En consecuencia, se reduce el transporte de sangre a través de estos pequeños vasos sanguíneos, lo que se traduce en una disminución del enrojecimiento facial. Los efectos se hacen visibles al cabo de 6-12 horas y son totalmente reversibles. La brimonidina no es una cura para la rosácea, y ese también es el caso del metroni dazol. La brimonidina también se utiliza para reducir la presión intraocular.

El metronidazol se considera un antibiótico, que también se utiliza para el tratamiento de infecciones bacterianas. Es ineficaz para las infecciones por hongos, como las vaginales causadas, p. ej., por Candida albicans.

Antibióticos orales La aplicación de antibióticos, sobre todo tetraciclinas, para el tratamiento de la rosácea está reservada exclusivamente a profesio nales médicos. No se permite el uso de antibióticos en los productos cosméticos y de cuidado personal, así como tampoco en los productos sanitarios. Los antibióticos para el tratamiento de la rosácea se toman principalmente por vía oral. Los antibióticos de administración oral son la doxiciclina y la minociclina (tetraciclinas). Los efectos secundarios de estos antibióticos son numerosos: erupciones cutáneas, molestias estomacales e intestinales e infecciones fúngicas. A veces, los efectos secundarios pueden ser bastante graves, como reacciones alérgicas graves (dificultad para respirar, hinchazón facial), destrucción de la flora intestinal (diarrea sanguinolenta), candidiasis vaginal y llagas bucales. En combinación con la posible resistencia a los antibióticos, el uso de antibióticos para el tratamiento de la rosácea solo debe considerarse si no quedan otras opciones; dicho esto, la eficacia de los antibióticos para el tratamiento de la rosácea no está bien demostrada.

Prácticamente todos los antibióticos tienen propiedades citotóxicas y presentan distintas propiedades CMR y de alteración hor monal. Los antibióticos no deben utilizarse durante el embarazo, a menos que sea inevitable. En realidad, se desaconseja sincera mente el uso de antibióticos para el tratamiento de la rosácea.

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