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Aplicaciones / Antiacné

Antibióticos La aplicación de antibióticos para el tratamiento del acné se reserva exclusivamente a los profesionales médicos. No se permite el uso de antibióticos en los productos cosméticos y de cuidado personal, así como tampoco en los productos sanitarios. Los an tibióticos pueden tomarse por vía oral, pero también administrarse a través de la piel en forma de crema. Con frecuencia, el uso de antibióticos se combina con el de peróxido de benzoílo para evitar la resistencia a los antibióticos. Los antibióticos de aplicación tópica son la clindamicina y la eritromicina. Los antibióticos de administración oral son la doxiciclina y la minociclina (tetraciclinas) y también la eritromicina. Los efectos secundarios de estos antibióticos son numerosos: erupciones cutáneas, molestias estomacales e intestinales e infec ciones fúngicas. En ocasiones, los efectos secundarios pueden ser bastante graves, como reacciones alérgicas intensas (dificultad para respirar, hinchazón facial), destrucción de la flora intestinal (diarrea sanguinolenta), candidiasis vaginal y llagas bucales. En combinación con la posible resistencia a los antibióticos, el uso de antibióticos para el tratamiento del acné (juvenil) solo debe considerarse ante la ausencia de otras opciones.

Prácticamente todos los antibióticos utilizados para los casos graves de acné también tienen propiedades citotóxicas y presentan propiedades específicas de alteración hormonal y CMR. Tampoco deben utilizarse antibióticos durante el embarazo, a menos que sea inevitable.

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